jueves, 19 de junio de 2014
Learning Log 2
LEARNING LOG2
La segunda sección del curso comprende los
seminarios o exposiciones en términos de políticas y leyes que rigen y organizan
la educación. En ese sentido, se abordaron diferentes temas entre los cuales
están las políticas educativas (con sus respectivas leyes y decretos), el
currículo, el PEI, y el Gobierno Escolar. Además, durante las clases se han
manejado contenidos extracurriculares, como lo son reflexiones sobre la
educación en Colombia y un componente significativo de estrategias didácticas.
Políticas educativas y políticas lingüísticas
Políticas educativas y políticas lingüísticas
Considero que este tema es muy importante para
nuestro conocimiento sobre la pedagogía y la educación, puesto que nos permite crear
un panorama jurídico o legislativo que va desde lo más general a lo más
específico.
En síntesis, gracias a la globalización y su difusión,
hoy contamos con organismos internacionales que se encargan de aspectos que engloban
toda la esfera humana, como lo es la salud, el comercio, la sociedad o la
educación. Pues bien, para esta última se creó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO), quien entre muchas otras funciones tiene como deber
principal participar en la creación de políticas internacionales que regulen,
organicen y controlen la educación. En nuestro contexto, dichas políticas se
ven reflejadas en la Constitución Política de Colombia, donde se establecen, de
manera general, el derecho a una educación de calidad (que implica gratuidad,
buena infraestructura y recursos) y la protección de las culturas y las
lenguas.
Si bien existen dichas políticas, pudimos
constatar que éstas se quedan en el papel y no son más que un ideal del cual
nos encontramos lejos. Algunas de las causas son los altos índices de pobreza,
el problema de guerrillas o las condiciones económicas de los padres.
De manera más específica, las políticas educativas
que conforman la doctrina pedagógica de nuestro país, están estipuladas en las
diferentes leyes, decretos y resoluciones, como lo son la Ley General de
Educación (o Ley 115), la Ley 30 de Educación superior, la Ley de Bilingüismo,
el Decreto 1860, entre otras. En éstas se especifica la estructuración de la
educación, las disposiciones generales de las instituciones educativas, los objetivos
generales y específicos, los componentes fundamentales o ejes de la educación,
entre otros.
Por otro lado, cuando nos referimos a los
documentos legales que conciernen a la lengua, estamos hablando de políticas
lingüísticas, puesto que se ocupan de establecer, en este caso, no sólo las
leyes sino también ciertos lineamientos (u orientaciones) y estándares (o
criterios evaluativos). Éstas están concebidas para promover o contener el uso
de un idioma concreto o de un conjunto de los mismos.
Pudimos darnos cuenta que estas leyes fallan en
cuanto a la protección de las lenguas indígenas en Colombia y, por el
contrario, se enfocan, casi que de manera absoluta, a la imposición de una
lengua extranjera. A escala nacional, el Gobierno ha implantado políticas que
hacen del inglés una cátedra obligatoria, arguyendo que la adquisición de esta
lengua nos pondrá en condiciones de igualdad a nivel educativo, laboral y comercial.
En mi opinión, se propone una apuesta ambiciosa que más allá de imposible está
fuera de la funcionalidad idiomática que tenemos en Colombia. Esto no quiere
decir que el ser ‘inglilingües’ no nos dé un status más alto como país, sino
que es algo que no debe tomarse a la ligera, pretendiendo una mejor
identificación de problemas, la planificación y la evaluación.
Ley 115 y ley 1651
El segundo seminario estuvo enfocado hacia la Ley
General de Educación (o Ley 115 de 1994) y la Ley de Bilingüismo (o Ley 1651 de
2013). En éste se abordaron las disposiciones generales y específicas, la
estructura y la organización de la educación, el rol de los educadores y los
educandos, la cuestión administrativa y directiva, sin dejar a un lado las
modificaciones causadas por la Ley de Bilingüismo a la Ley 115 en 2013.
Por un lado, pude darme cuenta que en términos de
educación nada es improvisado, todo tiene una razón de ser y está justificado
en las leyes. Se ve que el Gobierno ha hecho grandes esfuerzos por transformar
el modelo educativo, renovando e implantando políticas, sin embargo, no basta
con sólo abordar la educación sino todo lo que le concierne. Esto implica que
se debe mejorar en la identificación de los problemas reales de las
comunidades, la planificación y la inversión por parte del Estado a la
educación, así como tratar problemas de guerrilla, maltrato, violencia, entre
otros.
Por otro lado, la Ley de Bilingüismo busca que los
educandos desarrollen en gran medida sus habilidades de escucha, habla, escritura
y lectura tanto en su lengua materna como en la lengua extranjera. Para su
evaluación, se adoptó el Marco Común Europeo De
Referencia para las Lenguas (MCERL), en el que se establecen los criterios base
para identificar y medir el nivel de manejo de lengua que tiene una persona. En
este punto, me pareció increíble encontrar que los bachilleres colombianos
graduados de 11° no llegan a pasar del nivel básico, es decir, entre el A1 y
A2. Ante esta situación considero que ni los profesores ni los estudiantes
tienen la culpa. Primero, porque los profesores trabajan con recursos limitados
y bajo las condiciones de la institución, es decir, que si el colegio no tiene
énfasis en idiomas o en inglés, es seguro que no se le dará relevancia a esta
área (en términos de intensidad horaria) y, por ende, los estudiantes acabarán
por aprender poco. Y segundo, porque en el contexto colombiano el inglés no
tiene mucha funcionalidad y los estudiantes no tienen necesidad de usarlo en
ninguna de sus situaciones comunicativas. En consecuencia, los estudiantes
aprenden inglés, pero no lo utilizan y eso ocasiona la pérdida del mismo.
Para concluir, en ambas leyes se evidencia la
falta de identificación de los problemas internos de manera que se pueda
planificar un modelo adaptado a nuestra sociedad y que tenga una mayor
viabilidad, sin copiar otros modelos educativos, sino crearlos a partir de
nuestras propias necesidades. En ese sentido, somos nosotros como futuros
docentes quienes podemos hacer la diferencia y ser partícipes de un cambio
educativo.
Currículo y PEI
En esta parte se empieza a vincular el concepto de
currículo, pues éste sirve para aterrizar las políticas educativas en contextos
mucho más específicos, como lo son las instituciones educativas.
Creo que luego del quiz interactivo se pudo notar
un poco de confusión acerca de lo que era un currículo y qué papel desempeñaba,
pero luego de unas pequeñas aclaraciones se llegó a la conclusión de que, en
términos conceptuales, es un documento flexible que se renueva anualmente de
acuerdo con las modificaciones o inclusiones de nuevas leyes, en el que se
combina lo teórico y lo práctico. Grosso modo, éste debe estar acorde a las
necesidades específicas de la sociedad y debe responder a 4 fundamentos (según
César Coll):
- Fundamento sociológico: puesto que pretende la formación en la cultura, haciendo del estudiante un individuo apto para la sociedad, analítico y formado en valores.
- Fundamento epistemológico: hace referencia a las áreas del conocimiento, es decir, da cuenta de lo que se va a aprender, pretendiendo siempre una formación integra. De acuerdo con la heterogeneidad de los estudiantes, se plantean diferentes y variadas estrategias didácticas.
- Fundamento Psicológico: se centra en el pensar de los estudiantes, sus relaciones afectivas y sociales con los demás individuos para poder lograr un mejor aprendizaje. Por esta razón, hace énfasis en los conocimientos previos y los relaciona con los nuevos conocimientos.
- Fundamento pedagógico: está enfocado en los objetivos, así como en la manera para alcanzarlos, es decir, en la didáctica y la metodología utilizadas.
Dada la pluralidad del currículo, se dan dos tipos:
el oficial y el oculto. El primero, se asocia con lo explícito o descrito en el
documento formal; mientras que el segundo, hace referencia a la interacción del
estudiante con su entorno y, en especial, con los maestros, aprendiendo a través
de la relación, las influencias a la puntualidad, al respeto, la tolerancia,
los gestos y actitudes, entre otros. Es importante reconocer entonces que el
profesor, no sólo de manera explícita sino también implícita, está forzado
éticamente a crear un buen impacto en los estudiantes por medio de su ejemplo. Durante mi formación, he atravesado por decenas de profesores y puedo decir
que son muy pocos los que han logrado dejar una huella tanto por su metodología como por su forma de ser y me han influenciado
positivamente.
Asimismo, no debemos confundir el currículo con el
plan de estudios, pues este último está relacionado sólo con las asignaturas
abordadas en los diferentes años y semestres de manera ascendente: de lo más
simple a lo más complejo.
Por último, el Proyecto Educativo Institucional o
PEI, es el documento que elaboran las
instituciones educativas para evidenciar la manera en la que van a alcanzar los
objetivos o fines planteados. Éste contiene la misión y visión, una muestra del
modelo pedagógico, las disposiciones generales del establecimiento, el
componente curricular, el plan de estudios por áreas, el himno, los valores y
deberes que el colegio promueve.
Me pareció estupendo poder no sólo darme cuenta de
la existencia de estos documentos y su papel en la educación, sino también ver
pruebas físicas o ejemplos de éstos, puesto que me permite crear una relación
entre lo aprendido y la realidad.
Gobierno escolar
El tercer seminario se enfocó en dar cuenta de lo
expuesto en el Decreto 1860, el cual sirve para especificar y organizar los
fines establecidos en la Ley 115 de 1994, así como orientar a las instituciones
educativas en cómo está estructurada la educación. En éste se mencionan los
niveles, los grados y los ciclos con su respectiva organización, los límites
superiores e inferiores de edades, los títulos y certificaciones, el contenido
del PEI y el Gobierno Escolar.
El Gobierno Escolar, promueve la participación
democrática de todos los estamentos de la comunidad educativa, es decir, los
estudiantes, los docentes, los padres de familia, los directivos y
administradores, el rector y los egresados seleccionados. Cada uno de estos
estamentos hace parte de un consejo que cumple diferentes funciones. Entre
dichos consejos se encuentran el Directivo, el Académico, de Estudiantes y de
Padres de Familia, y su función común es participar en la organización,
desarrollo y evaluación del Proyecto Educativo Institucional.
Es interesante ver cómo desde la aplicación, las
instituciones intentan dar a los estudiantes una formación hacia la democracia
y la participación en la toma de decisiones. Sin embargo, durante mi formación
académica, recuerdo que en mi colegio no se hacía mucho énfasis en, por
ejemplo, la elección de representantes o personeros ni se veía esta labor como
algo positivo sino, por el contrario, como una obligación. Considero que una
solución a este problema sería establecer reuniones semestrales en las que todos
los estudiantes puedan plantear sus inconformidades, sus propuestas, qué va
bien, qué les gusta y qué no, y así establecer acuerdos de proyectos y cambios
en lo que respecta la educación y su entorno; similar a lo que se hace en
nuestra universidad, pues nos permite crear una conciencia de participación no
sólo en nuestra comunidad educativa sino en la sociedad.
Estrategias didácticas
Las estrategias didácticas extracurriculares
tratadas en clase nos sirven para comenzar a interconectar componentes de este
curso con materias de los siguientes semestres, además de que nos abren una
ventana de posibilidades no sólo para enseñar sino para evaluar a una
generación que está muy involucrada con la evolución creciente de la
tecnología. Esto nos permite crear espacios de evaluación interactiva que se
aleja cada vez más de lo tradicional, sin querer decir esto que no se esté
evaluando de manera correcta, ni mucho menos que no dé los resultados exactos.
Por un lado, me he interesado por las diferentes
maneras de enseñar. Por ejemplo, el trabajar la gramática a través de un tema,
sin referirse a él mismo y que los estudiantes se aburran, las rimas, las
canciones, la utilización de herramientas virtuales como los vídeos, las
presentaciones en prezi, flipviewer, entre otros, que encuentro muy divertidos
y útiles a la hora de enseñar. Por otro lado, está la evaluación, puesto que en
este curso hemos visto que se puede hacer de variadas maneras, ya sean
interactivas, a través de juego o de trabajo en grupo. Con lo anterior, entendí que la evaluación
es una herramienta para el profesor para cerciorarse de que los temas están
quedando claros y no necesariamente tiene que tener una calificación o una
nota.
Conclusiones
Considero que los seminarios fueron de gran ayuda
para mi formación como futura docente, pues me prepara para desenvolverme en el
contexto educativo, además de estar enterada de los componentes que definen mi
quehacer académico. También, me ayudaron
a ponerle nombre a la realidad vivida actualmente y poder manejar conceptos pertenecientes
a la rama jurídica y legislativa.
Por otro lado, la metodología y las estrategias
didácticas llevadas a cabo tanto por la profesora como por los expositores, me
han permitido una muy buena comprensión de los contenidos y resalto que, a
pesar de la carga de los mismos, los seminarios han estado entretenidos y han
manejado la información relevante, interconectándola con las experiencias y
conocimientos previos de los estudiantes. Por ejemplo, de manera general, se
han planteado discusiones a partir de lecturas y, de manera más específica,
interpretación de roles, juego de pictionary, jeopardies, entre otros.
lunes, 9 de junio de 2014
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